Impulso Cazadores 2023
Los nombres con que Cynthia Carllinni refiere a sus piezas no son azarosos: pareciera que la artista los recolectara directamente de cada pieza como una especie de fruto final listo para ser cosechado. Aunque, también podría ser exactamente al revés y tratarse del origen de todo, como si cada obra hubiera surgido en su cabeza, además de con su textura y con su modo de ser, también con su nombre.
Cotorritas box, o el mismo Frenesí de alimentación en el salón de cabello -que da título a la muestra-, se comportan como un catálogo de posiciones acerca de la materia, una posible hermenéutica de cómo podrían ser pensadas las cosas (siempre); y las palabras, como un instrumental para activarlas, testimoniando sobre la frecuencia mental desde la que fueron concebidas.
En la presente instalación, en la que conviven diversos objetos, con videos y sesiones de corte performático, el espectador podría encontrarse en una visita momentánea a la mente de la artista: un crisol, que reúne sus presentes ocupaciones matéricas y constituye su campo de acción: abuela, cabellos, desarraigos y corrientes eléctricas. Las ideas brotan de la cabeza de Cynthia como una fuente inagotable de circunvalaciones conducidas por unos exóticos y encantadores puntos cardinales.
- Mariana Obersztern
Algo que desde el principio me atrajo mucho de Cynthia fue su formación nómade. Me parecía increíble el hecho de estar trabajando con una artista argentina que se había formado en Sudáfrica y que tenía un doctorado en Londres. Su nomadismo generaba a la vez un montón de conflictos: básicamente, la falta de interlocutores; entonces fue muy satisfactorio para mí convertirme en su interlocutor en Argentina.
En este proceso de trabajo en el marco de Impulso Cazadores, tuve además el lujo de poder ser tutor de una sola artista. Rara vez ocurre que un artista tenga un tutor sólo para él o, visto desde el otro lado -desde la perspectiva del tutor-, el poder dedicarse a un solo artista es una situación muy especial, que hasta el momento sólo me había sucedido en la Galería María Wonda de Córdoba y ahora en Fundación Cazadores.
Durante la tarea, un problema central en Cynthia y su obra, era el volver a la Argentina y, extrañamente -o no tan extrañamente-, una de las piezas centrales de la muestra se llama “Sesión de desarraigo”. Tuve el enorme privilegio de desarrollar el desarraigo con ella.
Generalmente, la primera obra de cualquier artista es autobiográfica y, en esta ocasión, que en algún sentido podría ser tomada como la primera obra -por lo menos, la primera después del desarraigo- ocurre algo de esto, ya que la instalación toma a su abuela como figura central. Cuando soy tutor me siento profundamente feliz, porque el artista que más aprende soy yo.
- Raúl Flores